Las nuevas formas de trabajo y modalidades de intervención y las nuevas formas sociales de demanda profesional llevan a que muchos profesionales sufran muy a menudo lo que hoy denominamos Desgaste Profesional por Empatía.
Las dificultades en la comunicación con sus superiores, sus pares, los subalternos, las personas afectadas y también con su familia y sus amigos
aumentan la sensación de incomprensión.
Muchos no pueden reconocer o detener a tiempo estas situaciones y antes de lo pensado se encuentran desarrollando reacciones ligadas a este fenómeno, tales como enfriamiento emocional, cambios de humor permanente, desgano, apatía, dificultades familiares, y patologías reiteradas
Esta situación avanza sobre la vida comprometiendo los tres planos, biopsicosocial. Si a esto sumamos la fuerte autoexigencia, la demanda social de respuestas inmediatas y efectivas, la complejidad institucional , muchos sueños frustrados y tantas variables mas…no pasa mucho tiempo hasta darse cuenta que las fuerzas flaquean, que las defensas se han aniquilado, y la dinámica cotidiana se ha alterado.
Con consecuencias que impactan en la calidad de vida y en la salud emocional y física en el presente y a futuro.