En este artículo proponemos el análisis de algunos diccionarios jurídicos publicados, enjuiciados desde la experiencia de su consulta. El objetivo es contraponer dos aspectos: por una parte, las características positivas
y negativas con las que puede toparse la concreta práctica de los diccionarios jurídicos y que facilitan la consulta acertada o llevan al fracaso en la investigación, y, por otra, las respuestas que a dichos aciertos y defectos pretende presentar una obra realizada en conformidad con la Terminología por la que abogamos y, por ende, demostrar la bondad de la misma.