Podríamos decir que entre el traductor y el autor del texto original hay
un pacto implícito que garantiza que las opiniones personales del autor, por
mucho que sean contrarias o semejantes a las del traductor, serán traducidas sin
añadir ni quitar nada. No obstante, las traducciones del Corán están
normalmente salpicadas de notas a pie de página a través de las cuales el
traductor expresa su rechazo o agrado con el pensamiento que traduce,
rompiendo así aquel pacto. La variedad y cantidad de las notas que ofrecen los
traductores del Corán hacen de este Libro un ejemplo ideal para estudiar la
presencia de notas en las obras traducidas.