En este artículo, nos ocuparemos de analizar algunos aspectos del
problema de la distancia que separa la terminología teórica, disciplina
académica en los estudios de traducción, y la terminología real, tal y como se
practica en el mundo profesional y es observable en la realidad. En efecto, lo
que durante mucho tiempo se ha presentado como fundamentos de la
terminología en manuales y cursos destinados a traductores e intérpretes, no es
otra cosa que un conjunto de principios casi siempre prescriptivos de lo que la
terminología debería ser y no de lo que es. En este artículo analizaremos, con
ejemplos reales en francés y español, algunos de estos mitos, idealizaciones y
falsas ideas que han circulado en la terminología como disciplina académica y
sobre los que habría que alertar a los futuros traductores: los problemas de imprecisión, de inestabilidad, de exhaustividad y de uniformidad de la terminología, entre otros.