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dc.contributor.authorTrujillo Torres, Juan Manuel
dc.date.accessioned2014-04-03T13:00:32Z
dc.date.available2014-04-03T13:00:32Z
dc.date.created2014-04-02
dc.date.issued2014-04-03
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10630/7380
dc.description.abstractDe manera global, una red social es una organización social formada por personas o entidades vinculadas y unidas entre sí por algún tipo de estructura, relación o interés común. Se han convertido en un fenómeno global donde se establecen vínculos entre personas que comparten y establecen nodos relacionales que promueven la reciprocidad y la comunicación social, dando sentido a la red en sí misma. Tal y como afirman Castañeda y Gutiérrez (2010) las redes sociales (Social Networking Sites) son, básicamente, herramientas telemáticas que permiten a un usuario crear un perfil de datos sobre sí mismo en la red y compartirlo con otros usuarios. Dicho perfil puede ser más o menos complejo, básicamente en función de la red que estemos usando, y tiene como objetivo conectar sucesivamente a los propietarios de dichos perfiles a través de categorías, grupos, etiquetados personales, etc., ligados a su propia persona o perfil profesional. De este modo, aunque las redes sociales surgieron como sistema para relacionar y vincular a individuos, su presencia en las organizaciones, y por ende la educativa, es cada día más importante, siendo tendencia definitoria de la actual fase de desarrollo de Internet, pues el carácter potencial comunicativo y relacional que irradia el desarrollo de las mismas está sobradamente justificado. Según la teoría de los seis grados de separación, dos personas desconocidas tendrán un conocido común que las pueda relacionar, siendo éste caracterizado por no estar separado de ellas por más de cinco individuos. La cultura digital siempre ha presentado un aspecto social, pero ha sido con la aparición de herramientas con dedicación a las relaciones sociales, cuando el fervor por el uso de esta tipología ha entrado a formar parte de la vida misma de millones de personas en todo el mundo. Así, movimientos como los del 15 M, Primavera Árabe, etc., son un ejemplo de movilización social y política avalada por procesos comunicativos y flujo informativo. Un empoderamiento de las tecnologías por parte de los usuarios desde un uso impredecible e innovador de las mismas. Advertir, de igual modo, que, tal y como afirma Rheingold (2004) respecto de los Flash Mobsk (movilizaciones instantáneas), un nuevo modo de organización social, cultural y política está presente. Las redes telefónicas inalámbricas y los sistemas informáticos accesibles para cualquier usuario constituyen, junto con las personas, un potencial inmenso (para bien y para mal), comparable al de la imprenta o el alfabeto. Con toda probabilidad no serán pacíficas o democráticas todas las movilizaciones políticas futuras organizadas por internet y teléfono móvil. Las redes sociales pues, se hacen masivas, presentando un funcionamiento de flujo basado en la participación, el cambio de actitud y el compromiso activo realizando funciones de vinculación social que se basan en el conjunto y en la inteligencia colectiva. Con ello, se han multiplicado enormemente las posibilidades para la educación, la comunicación, la difusión y la acción social pues, en definitiva, se trata de una nueva táctica de la acción social colectiva. Por este motivo es preciso comprender su lógica de funcionamiento y las interacciones establecidas entre los componentes para tener una visión de lo que sucede en el mundo más cercana, emotiva, entusiasta y veraz. En definitiva, lo más importante es considerar que las estructuras de red se apoyan en la vivencia social, en las interacciones cara a cara, de manera presencial o virtual. Por ello, este nodo de contactos que facilitan las redes sociales es una oportunidad para el enriquecimiento, la interacción, el cambio y el intercambio, la solidaridad, oportunidades, etc., que lógicamente pueden hacer de nosotros personas más competentes. Lo que es evidente es que una red es más valiosa cuanto más interconectada está, puesto que permite más interacciones. Un ejemplo es el cerebro humano; el estudio de la fisiología de una neurona da pocas pistas sobre el verdadero potencial de un cerebro, del mismo modo que el estudio de un bloque de piedra nos dice poco sobre una catedral. Lo que verdaderamente nos da idea del valor de un cerebro es saber que en él existen cien mil millones de neuronas y que cada una de ellas puede tener hasta mil conexiones con otras, lo que da un valor de más de cien billones de sinapsis, de potenciales lugares de interacción química eléctrica, para almacenar recuerdos, tener emociones, procesar un pensamiento o una información, etc. Así, el consejo de la psicología actual, dada la plasticidad del cerebro, es estimularlo con música, juegos, deporte, etc., en las etapas tempranas de la vida para configurarlo muy rico en conexiones, en nuevos caminos y, por tanto, hacerlo más apto para encontrar diferentes alternativas de interconexión, lo que debería configurar un organismo más rico en pensamiento y creatividad. Internet hoy nos muestra un comportamiento similar.es_ES
dc.description.sponsorshipUniversidad de Málaga. Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech.es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.subjectRedes socialeses_ES
dc.subject.otherEducaciónes_ES
dc.titleRedes sociales y educaciónes_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/conferenceObjectes_ES
dc.centroFacultad de Ciencias de la Educaciónes_ES
dc.relation.eventtitleCharla en clase Facultad CC. Educaciónes_ES
dc.relation.eventplaceFacultad CC. Educación Málagaes_ES
dc.relation.eventdate02/04/2014es_ES


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