El objetivo de la investigación fue analizar el impacto que puede tener la conflictividad de los padres en las prácticas de crianza que utilizan con los hijos. Además, esa posible relación se estudia con padres y madres, y en función del sexo de los hijos. Los participantes fueron 191 estudiantes universitarios, 44 varones y 147 mujeres, que contestaron un cuestionario sobre conflictos entre los padres (OPS de Porter y O’Leary, 1988) y el cuestionario de prácticas de crianza de Supple et al. (2004). Los resultados confirmaron la relación significativa existente entre conflictividad de pareja y las conductas de crianza mantenidas con los hijos. La puntuación total en conflictividad se relacionaba significativamente con las seis dimensiones de crianza utilizadas con las hijas por padres y madres. En el caso de los hijos, sin embargo, los conflictos se relacionaban con todas las dimensiones de crianza del padre, y solamente con dos de la madre. Los conflictos específicos por la crianza repercutían por igual en los niveles de apoyo y autonomía mantenidos por padres y madres con las hijas, así como en el uso de prácticas de crianza negativas. Sin embargo, en el caso de los hijos, la conflictividad predecía las prácticas negativas de ambos progenitores, pero sólo se resentían las dimensiones de crianza positiva del padre. Finalmente, la conflictividad más intensa (puntuación en agresiones verbales) se asociaba fuertemente con un menor uso por padres y madres de prácticas de crianza positivas con las hijas y una mayor utilización por ambos de métodos negativos, mientras que en el caso de los hijos sólo se asociaba con el uso de métodos de crianza negativos por parte del padre.