La comunicación plantea un enunciado de base, que expande el “derecho a la ciudad” de Lefebvre (1968) hacia el “derecho a configurar la ciudad”, como modelo considerado necesario para el crecimiento urbano, a través de diferentes casos de estudio
que consideran el fomento y la reutilización de los espacios en desuso a través de prácticas participativas, como detonantes para generar lugares de encuentro donde el
fortalecimiento y recuperación de los espacios existentes sirva para el fortalecimiento de la identidad cultural de sus habitantes. Después de la introducción del capítulo uno, donde
se reconoce la transformación del significado de los lugares públicos y edificios singulares que se han convertido en lugares de concentración para la ciudadanía, para protestar en contra de las tantas injusticias perpetradas en contra de los intereses comunes y la necesidad de diálogo entre vecinos, considerado como un acto social fundamental, se presentarán en el capítulo dos experiencias que transforman los espacios públicos en lazos que unen las diferentes partes de la ciudad y el territorio, (NG Architects, regeneración urbana en Birzeit), experiencias de resistencia urbana frente a las demoliciones masivas del estado de Israel (ICAHD, Beit Arabiya Peace Centre), o la formulación de ordenanzas innovadoras que ponen en crisis los actuales planes urbanísticos, rompiendo con los modelos monofuncionales de las ciudades americanas o con los esquemas rígidos previos a la ocupación del territorio (Teddy Cruz, AHOZ El Pueblito; MVRDV, Almere Oosterwold). Se reconocerá así como el modelo del pasado impuesto desde los poderes administrativo y económicos ha dejado espacio a un modelo del Do It With Others (DIWO), donde las diferencias y diversidades son aprovechadas como riqueza y oportunidad para un crecimiento y desarrollo sostenibles. Los ejemplos utilizados reflejan así mismo una nueva aproximación a la planificación urbana donde la colaboración y nuevas formas de uso y gestión de los espacios públicos son posibles y donde formas de actuar como la informalidad, cohesión, subversión, contaminación, hibridización, transgresión y apropiación pierden definitivamente su connotación negativa, para pasar a
ser consideradas herramientas positivas para el desarrollo proyectual.