El "Mar de Plástico" de Almería supone, aunque pueda parecer lo contrario, un recurso turístico complementario a la oferta del sol y playa gracias a entidades como la empresa Clisol. La agricultura almeriense auna la incorporación de las nuevas tecnologías a las técnicas y experiencias agrícolas tradicionales acumuladas durante más de 35 años.
Como resultado, unas prácticas agrícolas que optimizan al máximo la utilización de los recursos naturales y cuya principal motivación es la conservación del medioambiente, aunando de esta forma los dos pilares económicos de Almería: Agricultura y Turismo.