Entre las elecciones que deben realizarse en el proyecto de una edificación se encuentra la definición del periodo de servicio o vida útil prevista para el mismo, es decir, el plazo de tiempo durante el que la construcción estará en uso. Esta decisión afecta a los diferentes elementos que integran el edificio y en especial a su estructura portante. La estructura debe garantizar el cumplimiento de los requisitos de capacidad portante y aptitud al servicio durante la vida útil para la que ha sido proyectada, y para ello es necesario disponer las medidas correspondientes para mantener su durabilidad y dimensionar los elementos frente a las acciones prescritas en la normativa. La definición de los valores característicos de las acciones a considerar en el dimensionamiento de la estructura, tiene en cuenta en algunos casos el periodo de servicio previsto para la edificación, si bien en general no se indica de forma explícita la formulación donde interviene esta variable. En el presente trabajo se describen las consideraciones que hace la normativa española estructural para la elección del periodo de servicio, analizando la influencia que éste tiene sobre la durabilidad de los materiales para soportar las condiciones físicas y químicas a las que está expuesta la estructura, y la variación del valor de las acciones que la solicitan. De este modo, el análisis de la elección del periodo de servicio de la estructura debe realizarse de forma global sobre el conjunto de variables sobre las que influye, y así obtener coherencia en las decisiones de diseño adoptadas.