En setiembre de 1599 se terminó de imprimir el volumen de fray Maturino Gilberti, titulado al estilo de los antiguos códices medievales "Aquí comienza el vocabulario en lengua castellana y mechucana". junto al Diccionario del franciscano Alonso de Molina ("Aquí comiença un vocabulario en la lengua castellana y mexicana", mayo de 1555), nos encontramos con dos diccionarios similares E impresos en la primera imprenta de México, que se enfrentan al Vocabulario castellano-latino de Nebrija. Ambos aceptaban el magisterio nebrisense pero se encontraban con la disparidad lingüística y material del Nuevo Mundo. Nunca se ha cotejado la macroestructura de estos dos “raros” incunables americanos entre sí ni, por supuesto, en comparación con Nebrija.
Nuestra comunicación se propuso revisar las decisiones macroestructurales de Molina y de Gilberti, así como bosquejar el tratamiento microestructural de las entradas “nuevas”, añadidas por los misioneros: a) Molina frente a Nebrija; b) Gilberti frente a Nebrija; c) Gilberti frente a Molina. Es bien sabido que las artes gramaticales y los vocabularios de los misioneros lingüistas respetan la tradición lexicográfica que generan sus obras impresas y combinancon ella las innovaciones.