La fracturación hidráulica, conocida por el término en inglés fracking, es una técnica de extracción de gas y petróleo no convencional utilizada desde hace más de quince años en Estados Unidos. El uso de este procedimiento, que fractura roca a gran profundidad mediante la inyección de agua a presión, es muy controvertido debido a sus impactos en el medio ambiente. Algunos países lo han prohibido o han impuesto moratorias; otros lo fomentan u optan por la regulación. A principios de 2014, la Unión Europea dio luz verde a que cada país miembro pudiera "explorar o explotar" yacimientos de gas no convencional, según su criterio. En España, hay más de 122 permisos solicitados o concedidos de una veintena de empresas interesadas y decenas de plataformas o asociaciones ciudadanas contrarias a esta técnica.
En un asunto tan importante como la política energética, parece necesario analizar cómo se construyen las representaciones sociales del uso del fracking en los países en los que se está debatiendo sobre su implantación por su posible influencia en la toma de decisiones políticas. Así, diversos estudios sobre el tratamiento informativo del fracking en medios impresos (Batill & Feldpauch-Parker, 2013; Jaspal y Nerlich, 2014), han demostrado que el debate se encuadra en torno a los conceptos riesgo versus beneficio, como sucede en general en los estudios centrados en la implantación de nuevas tecnologías energéticas.
En España, una investigación (Mercado, Álvarez y Herranz, 2014) ha señalado el predominio de la amenaza ambiental gracias a la mayor cantidad de actores en contra que aparecen como fuentes en las 246 informaciones sobre fracking publicadas en 2012 en siete diarios españoles. Políticos regionales y plataformas antifracking protagonizan el debate público construyendo una lectura negativa de esta técnica en España. El debate se perfila más como un tema social ligado al medio ambiente y la salud que como un tema científico o técnico. No se discute la técnica sino sus impactos en el territorio.
En el análisis de la prensa, se echaba en falta un debate de fondo sobre la necesidad un cambio en el modelo energético. La gran preocupación es garantizar la creciente demanda de energía y no el planteamiento de un consumo energético responsable. Sin embargo, no se ha realizado hasta el momento un análisis similar en televisión.
Esta investigación analiza el tratamiento informativo del fracking en RTVE, Telecinco, Antena 3, Cuatro y La Sexta desde 2012, año en que comenzó a hablarse de esta técnica en nuestro país.
El método utilizado es el análisis de contenido (Gaitán y Piñuel, 1998; Igartua, 2006) desde la perspectiva teórica del framing (Gitlin, 1980; Entman, 1993; Scheufele, 1999; Tankard, 2001; Nisbet, Brossard & Kroepsch, 2003; de Vreese & Boomgaarden, 2003; de Vreese, 2005; Van Gorp, 2005; Sádaba et al, 2008; Matthes & Kohring, 2008).
El objetivo es determinar el encuadre de las informaciones ofrecidas en la televisión española sobre el fracking (encuadre beneficio/riesgo y encuadres específicos ecoescéptico, ecoeficiente, ecosostenible y ecorradical), y la relación entre encuadre, cadena y tipo de espacio o formato informativo. Los resultados muestran cómo se construye el debate sobre el fracking en el principal medio de información para los ciudadanos.