El conferenciante expuso el desarrollo y la situación actual del turismo rural en la Isla de Gran Canaria, comenzando por sus orígenes, muy recientes al ser un destino conocido y deseado por sus características de sol y playa.
Los comienzos fueron difíciles, tanto por la demanda que ignoraba el interior de la isla, como por los propios oferentes, nada preparados como emprendedores de esta tipología turística. De hecho fueron los peninsulares, menos propensos a los atractivos litorales, los primeros que se interesaron por el interior.
Después de una primera fase apoyada por la apertura de oficinas de información en el interior y de las acciones de las figuras europeas de los Leader y los Prodes, cuando la propia administración se interesó por regular esta actividad en sus diferentes aspectos.
Consecuencia de ello es el crecimiento de esta actividad hasta los momentos actuales cuya problemática principal se centra en los temas de su propia sostenibilidad y que se propone un crecimiento selectivo.