Creemos evidente que la pluralidad es inherente a nuestras sociedades y, consecuentemente, a los procesos de construcción ciudadana que deben estar constituidos por la totalidad de las personas que viven en un determinado lugar, siendo determinante para conseguirla, el reconocimiento a la diversidad de las personas y los colectivos que la habitan, ya que esta mirada, es la única que asegura unos procesos de convivencia pacíficos y adecuados para todas las personas, donde el diálogo y la equidad nos conduzcan al reconocimiento de los demás y al respeto por las diferencias, para llegar a las cuestiones irrenunciables que pueden llegar a constituir una convivencia justa.