La agresividad es un problema social multicausal que, a su vez, tiene importantes repercusiones personales y familiares. En ocasiones, las personas actúan de forma agresiva como respuesta a situaciones de estrés o frustración, por lo que el apoyo social y el sentido de comunidad pueden actuar disminuyendo los comportamientos agresivos. Así, el objetivo del estudio es conocer las conexiones existentes entre agresividad, sentido de comunidad y apoyo social; así como, analizar las diferencias en la conducta agresiva dependiendo de distintos niveles de apoyo y de sentido de comunidad. La muestra está formada por 1326 habitantes de la ciudad de Málaga con una media de edad de 35.03 años (d.t.: 14.66), de los cuáles el 47.5% son hombres y el 52.5% restante mujeres. Los resultados muestran que las personas menos agresivas cuentan con más apoyo social de sus familiares (t=4.44; p=.000), están más satisfechos con el mismo (t=4.81; p=.000) y tienen un mayor sentido de comunidad (t=4.62; p=.000). Como conclusión importante cabe destacar que tanto la falta de apoyo social familiar, como el bajo sentido de comunidad son variables que inciden en la agresividad mostrada por los individuos. Desde un punto de vista positivo, y como implicación práctica de este trabajo, es necesario resaltar la importancia de la familia y la comunidad como posibles variables protectoras o preventivas de los comportamientos agresivos.