La motivación por la que se inicia este trabajo es la preocupación por un fenómeno como es el aumento de la esperanza de vida del ser humano que viene produciéndose desde hace varias décadas en muchos países desarrollados, y cómo dicho fenómeno supone un riesgo tanto para las economías domésticas como para las entidades que operan en el sector asegurador y de pensiones, así como para los estados con sistemas públicos de previsión social. Mientras que para el ser humano un aumento en la calidad de vida y en la duración media de la misma es una buena noticia, este hecho supone un reto de gran importancia para las entidades que operan el sector financiero y asegurador, ya que es un aspecto que requiere de una gestión adecuada debido las relevantes implicaciones que este riesgo puede acarrear en dichos sectores y en el global de la economía. A este hecho se le suma el efecto de la crisis financiera y económica que atraviesan determinados países desarrollados, con un nuevo marco normativo de solvencia para las entidades aseguradoras que debe favorecer la implantación de instrumentos financieros alternativos para la transferencia del riesgo.
Los objetivos que se persiguen con este trabajo son cuatro:
El primero de ellos, realizar un análisis sobre cómo se ven afectados los agentes individuales y las entidades del sector asegurador y de pensiones, así como los estados con sistemas públicos de previsión social, por los riesgos asociados a los cambios en la duración de la vida humana.
El segundo, presentar las tendencias más recientes en lo que se refiere a instrumentos alternativos para la transferencia de dichos riesgos.
El tercer objetivo será analizar el grado de desarrollo del mercado de negociación de aquellos instrumentos alternativos para la transferencia del riesgo de mortalidad y longevidad que han cosechado un mayor éxito.
El cuarto objetivo será estudiar cómo los instrumentos financieros alternativos para la transferencia del riesgo que se estudiarán en este trabajo se ven afectados por la presencia del riesgo de crédito, y cuál es la metodología empleada por las agencias de calificación crediticia a la hora de valorar el riesgo de crédito inherente en este tipo de instrumentos y emitir las calificaciones crediticias asociadas a los mismos, especialmente centrándose en el caso de los Bonos Catastróficos de Mortalidad.
El método de trabajo empleado para la consecución de dichos objetivos consistirá en la asunción de unas hipótesis determinadas en lo referente a la tendencia en la duración de la vida humana, un análisis de la bibliografía existente sobre este tema, y la obtención de conclusiones mediante un proceso hipotético-deductivo.
Las hipótesis asumidas como base para el análisis son, principalmente, dos. La primera hipótesis, y en lo referente a la esperanza de vida, es la asunción de una tendencia creciente y sistemática en la duración de la vida humana en el
Instrumentos financieros vinculados a la mortalidad 9
conjunto de los países desarrollados. La segunda hipótesis que se asume es la posibilidad de que puedan ocurrir, a corto plazo, shocks aleatorios cuyo resultado sea un aumento súbito en la mortalidad de una determinada región geográfica.
Este trabajo se estructura en cuatro capítulos, además de esta introducción y las conclusiones obtenidas.
En el segundo capítulo se expondrán los riesgos de mortalidad y supervivencia, cuáles son sus características y cómo afectan a los agentes individuales y al sector asegurador.
En el tercer capítulo se van a presentar una serie de instrumentos que han surgido como alternativa a las vías tradicionales de transferencia de los riesgos de mortalidad y longevidad.
En el cuarto capítulo se expondrán las conclusiones extraídas del análisis sobre el mercado de instrumentos financieros vinculados a la mortalidad, dedicando especial atención a los bonos catastróficos de mortalidad y a las permutas financieras sobre la longevidad.
En el quinto capítulo se estudiará la presencia del riesgo de crédito en los instrumentos estudiados en el capítulo tercero, así como la metodología empleada por las agencias de calificación crediticia para la valoración de dicho riesgo en las operaciones realizadas con tales instrumentos.