La disociación entre la producción y el consumo de los productos hortofrutícolas, junto a la evolución de los niveles de renta de la población, justifican, cada vez más, la aplicación de un conjunto de operaciones capaces de garantizar la lozanía, el buen estado y presentación de los productos cuando llegan a los consumidores .Por ello, en este artículo se intenta analizar el proceso que siguen las producciones hortofrutícolas a su paso por el almacén, tratando de adaptarse a la normativa de calidad esablecida, al tiempo que satisfacen las exigencias de los consumidores.