El estudio de las poblaciones de los enclaves españoles en el Norte de África presenta, junto a su singular carácter, la escasez de referencias censales en las que rastrear su evolución. El Censo de Floridablanca de 1787 es, posiblemente, uno de los pocos documentos en que puede estudiarse con detalle esta concreta geografía. La labor de esclarecer distintos problemas de fondo que aparecen en los estadillos que publicó el I.N.E., sirve de motivo para delimitar esta población en un momento político particularmente interesante en que se reestructura la presencia española y que concluye con el abandono definitivo de algunos de ellos.