Sobre la base de unos memoriales, de clara progenie arbitrista, dirigidos a Felipe II por el clérigo Pedro Mexía de Quemada, completados por otros de semejante temática, se analiza la inconveniencia de los arrendamientos ordenados por la Corona en los lugares denominados "Valles, Llanos y Vegas", especialmente de la Vega de Granada, causa, en opinión de los memorialistas de un sinfín de males que ya habían conducido a una situación de decadencia, apenas pasados tres años de la expulsión de los moriscos, que seconvertiría en irremediable, de no adoptarse el recurso de la dación a censo enfitéutico que caracterizó la repoblación de las "Alpujarras, Sierras y Marinas". Se aventura po rel autor una polémica que debió tener cierta consideración en las altas esferas del gobierno y entre las autoridades civiles y eclesiásticas del Reino de Granada.