Durante el siglo XVIII fueron constantes las exacciones realizadas a los municipios con fines militares, entre ellas se les exigía alojar y abastecer a los regimientos de tropa regular que circulasen por ellos. Analizamos los sistemas con los que Vélez-Málaga hizo frente a esas necesidades urgentes para intentar desviar la carga directa que suponían estos alojamientos para sus vecinos, ya fueran de soldados transeúntes o esantes, así como las gestiones para la siempre difícil compra de paja con destino a la caballería.