Un sarcófago romano del Museo Arqueológico Provincial de Sevilla -interpretado tradicionalmente como cristiano- al que se le viene denominando "sarcófago del Prado de San Sebastián", se decora con dos bandas de estrígiles, las imágenes de sendos genios estacionales en las esquinas y la de la difunta en el centro. Su relación con otros ejemplares estrigilados hallados en Hispania permite ahora su mejor clasificación entre los sarcófagos paganos importados a estas tierras de la Baetica a fines del siglo III-principios del IV d.C.