Durante los años 20 se editaron en la prensa numerosos reportajes e informaciones acerca de los comercios, fábricas e industrias de Málaga capital y provincia, cuyos propietarios insertaron asiduamente publicidad de los mismos. Ello es indicativo de su pujanza, así como de su necesidad de incitar al consumo, posible en aquel entonces para algunas capas sociales, y reflejo, por tanto, de un cierto incremento de su nivel de vida y poder adquisitivo. La nación se modernizaba. Málaga no debía quedar relegada en una batalla en la que, por otra parte, el fomento del turismo fue esencial. En este sentido, existieron estrategias propagandísticas y planteamientos publicitarios metódicamente realizados, así como organismos que llevaron a cabo diversas acciones para potenciarlo por medio del deporte, la imagen fílmica, la literatura, los carteles y la palabra hablada, escrita y cantada.