El artículo desarrolla una reflexión acerca de los retos, dilemas y posibilidades de cambio que afronta la Geomorfología en la transición al siglo XXI. La revisión del concepto de validación de la ciencia y de las relaciones hombre-medio, la introducción de la perspectiva global y la consolidación progresiva de aproximaciones transdisciplinares y holísticas a los problemas son factores que general un nuevo marco en el que replantear dilemas clásicos como el de la integración Geomorfología-Geografía.