Los pacientes con Fibrosis Quística (FQ) pueden presentar desnutrición asociada a la enfermedad debido a múltiples factores entre los que destacan las pérdidas energéticas, el descenso de la ingesta y el incremento del gasto energético. Así mismo, los pacientes con Bronquiectasias no debido a FQ (BQ) presentan riesgo de desnutrición. El empeoramiento del estado de nutrición, y de masa magra, guarda una relación directa con el descenso de los parámetros de función pulmonar, y se ha propuesto como un factor predictor de morbilidad e incluso de mortalidad en pacientes con patologías respiratorias crónicas, independiente al grado de severidad pulmonar. La prevalencia de déficits analíticos o subclínicos es elevada incluso en publicaciones recientes. Caso particular es el déficit de vitamina K que puede ser muy elevado si se emplean técnicas sensibles para su diagnóstico; a pesar de ello no existe un consenso adecuado sobre la suplementación de esta vitamina en personas con FQ.
Desarrollo teórico: Nuestro trabajo es un estudio clínico-observacional transversal con reclutamiento de los pacientes secuencial al acudir a consulta externa para realizar estudio anual (en situación de estabilidad clínica). Se reclutaron 59 pacientes con FQ y 123 pacientes con BQ. Para alguno parámetros existía un grupo control de 50 controles sanos. Se realizó una valoración nutricional completa mediante antropometría, bioimpedanciometría y densitometría y se valoró la concordancia entre técnicas. También se completo el estudio con realización de dinamometría de miembro superior –JAMAR-. Se estudió la ingesta dietética para conocer los niveles de macro y
micronutrientes mediante encuesta dietética prospectiva de 4 días (incluye un día de
fin de semana). Además, se realizó un estudio analítico completo, en que se
determinaron biomarcadores para determinar niveles de vitaminas liposolubles y
marcadores indirectos de vitamina K, marcadores de remodelado óseo y de
inflamación. Se estudió el estado óseo mediante densitometría y el hepático mediante
ecografía abdominal. Por último, se realizaron cuestionarios de calidad de vida.
Conclusión,
- La prevalencia de desnutrición en función del IMC fue baja en ambos grupos (FQ y
BQ) en nuestra muestra. Sin embargo, la prevalencia de desnutrición en función del índice de masa magra determinado por densitometría, plicometría e impedanciometría fue muy elevada, especialmente en mujeres en ambos grupos.
- El IMC bajo se asocia en ambas poblaciones, especialmente en BQ, a una mayor
gravedad clínica.
- Elevada prevalencia de baja fuerza muscular respecto a la población general, del 13,6% al emplear el percentil 5 y del 18,5% si utilizábamos el percentil 10.
- La prevalencia de déficits de vitaminas liposolubles es muy baja para las vitaminas
A y E, moderada para la vitamina D y elevada para la vitamina K a pesar de la amplia
suplementación.
- Los biomarcadores de inflamación como la IL-6 y la PCR se asocian a un peor
estado nutricional –IMC e índice de masa magra- y parámetros de gravedad –reagudizaciones, broncorrea, peor puntuación radiológica y espirometría, por lo que su
medición podría ser útil como marcador de gravedad de la enfermedad .