Las limitadas reservas mundiales de petróleo han impulsado, nuevamente, la explotación racional, condicionada por el desarrollo sostenible, de fuentes de energía y materias primas alternativas como la biomasa. Entre las posibles vías de valorización de la biomasa, la gasificación y la síntesis de Fischer-Tropsch, proceso denominado biomasa-a-líquidos (biomass-to-liquids, BTL), está recibiendo especial atención debido a las mejoras en la tecnología de gasificación de biomasa y a la implementación de legislaciones ambientales más estrictas sobre combustibles líquidos.
En el presente trabajo se han obtenido en una sola etapa (submicro/nano) fibras de carbono con cobalto disperso mediante la técnica de electrohilado, utilizando lignina, un subproducto de la industria papelera, como precursor carbonoso. Mediante carbonización, a distintas temperaturas, se han obtenido las fibras de carbón, de diámetro submicrométrico, con nanopartículas de Co metálico en su estructura que se han utilizado como catalizadores en la conversión de gas de síntesis, similar al que se obtendría de la gasificación de biomasa (H2/CO = 1). Las fibras carbonizadas a 500 ºC son las que mostraron una mayor actividad para la conversión de monóxido de carbono con una mayor selectividad a hidrocarburos en el rango de las gasolinas (C5-C10) y menor selectividad a metano.